Divagando acerca de la fisiología del alma

Me gusta el sabor de las cerezas, el aroma del pino cuando es atravesado por la música de una lluvia veraniega. Deambulo por las emociones, desenterrando viejos pesares. Así estaba, la mañana en que una gota de tristeza rodó irremediablemente por mi mejilla, rodó y de pronto tuve la visión del cuerpo de luz, de la antomía lumínica del yo. Sentí la transformación de la materia, imbuida por ese huevo de sal, pequeñín, como los barquitos de papel que construíamos en la vereda de la infancia.


Por fin, entendí la trascendencia de ser un humano en Gaia, de poseer el don que permite cambiar nuestra anatomía, por el solo gesto de nuestra conciencia y… estimado lector-¿Usted sabe que la tristeza produce liberación de neuropeptidos y neurotransmisores que modifican nuestro cuerpo y nuestra salud? Y…-¿Sabía que el solo deseo de estar en paz, de disfrutar de la vida pone en orden el pequeño espacio de mar que somos?


De nuestra conciencia dpende nuestra salud. Las emociones generan cambios instantáneos en nuestra existencia corporal, somos pequeños dioses de carne y hueso, pero todavía estamos lejos de asumirlo y nos dejamos caer, sometidos a ilusiones que configuran nuestro aparente mundo real.

-Elsa Noemi Am, 2009-