¡Resurrección! se levantó entre los muertos, se volvió nuevamente móvil, se elevó de abajo hacia arriba. Ésa es la etimología de una palabra que se comenzó a utilizar en el siglo III , resurrectio en latín, para describir el milagro del triunfo sobre la muerte del Maestro Jesús. Podemos quedarnos sólo en ésta descripción gloriosa o podemos sacar conclusiones y hermanar este concepto con dos modalidades o consecuencias de la resurrección. En la historia de la Resurrección se encuentra el potente mensaje divino de la comprensión de la muerte física, como un momento de transmutación y transformación. La transmutación es el momento en el que cambiamos de un lado a otro , nuevamente según la etimología. Qué es lo que cambia de un lado a otro, es el viaje del alma al otro lado del velo según las enseñanzas místicas, y probablemente en un futuro cercano, podamos comprender mucho mejor que significa éste proceso espiritual, éste misterioso viaje de la esencia en el tránsito de inmortalidad. La transformación indica también el cambio de forma, ¿ Es un proceso intempestivo? ¿ El ser repentinamente inicia su metamorfosis? Pues, desde mi punto de vista la respuesta es negativa, el viaje es el de la vida y las señales de la proximidad de la transmutación se dan en la concentración energética profunda hacia el interior de nuestro biosistema que se da en los procesos de la adultez, la actitud de interiorizar se acentúa, nos llama el silencio y la soledad en su misión de destilar conocimiento. Hay semillas que dejaremos a los caminantes que vienen detrás y la totalidad de la experiencia en la manifestación terrena queda para siempre en la red de conciencia colectiva que habilita los procesos de evolución y de ésta manera nos volvemos a erguir en el espíritu de la especie que puede manifestar nuevamente su luz en la materia. Alguien, un maravilloso ser desencarnado, me hizo saber en un sueño, que estaba apoyando las luces álmicas en su ascenso para que no se apagara la llama. Por el momento aquí en ésta pesada y lenta forma de existencia sólo nos queda sanar para sanarnos, sanar para emitir luz, sanar para que la gloria se manifieste en cada día terrenal.
Elsa Noemi Am
4 de Abril Pascua de Resurrección.
Sámara. Costa Rica